Nuestro pequeño deleite mañanero hoy se llama Flatiron, junto al Madison Square Park. Y es un “bonito” en toda regla. Este edificio es peculiar, original y singular. Con su planta triangular y su estructura de columna griega (base, fuste y capitel) es de esos que, aunque quiera, no puede pasar como uno más. Ese tipo de clase que no se puede comprar. Pena que, al encontrarse en obras, no lo podamos admirar en todo su esplendor y hace que quede pendiente una futura visita a la ciudad sólo para disfrutarlo sin interferencias.
La mañana de este jueves para nosotros y nosotras tiene menos horas. Tenemos que coger el tren, así que nos organizamos para poder aprovechar el tiempo al detalle.
Recorremos el High Line en Chelsea. Aunque ya lo habíamos visitado un poco cuando vinimos a Little Island y a Chelsea Market, queremos pasearlo más. Y desde ya os decimos que es uno de nuestros imprescindible en NY. No sólo porque es chulo, sino porque aprovechar los espacios en desuso, ese reinventarse y regalarse nuevas vidas cuando las otras ya no valen, es admirable. Esta antigua línea de ferrocarril elevada se ha convertido en un parque público que es una auténtica maravilla.
Y en el final, de nuevo The Vessel. Con esta luz, la ciudad se refleja en él y proyecta una imagen diferente a la que vimos el otro día. Si hubiera una tercera vez, seguro descubrimos nuevas e interesantes miradas.
Volvemos de nuevo al hotel a recoger maletas antes de subir al tren que nos lleva a Filadelfia desde Penn Station. Pero antes, visita exprés al exterior del Madison Square Garden. Parece increíble que este pabellón con capacidad para 20.000 personas esté aquí, en pleno centro de la ciudad, reivindicando y dándose importancia.
Filadelfia está a hora y poquito de la ciudad de Nueva York en tren, aproximadamente 150 kilómetros de viaje pausado y gozoso.
Llegamos al mediodía y nos da tiempo para un primer vistazo a esta ciudad con Historia y para tener ganas de un poquito más de ella mañana. Empezamos llenando el buche con el típico cheesesteak, el más típico bocata de Philadelfia. Es un bocadillo de tiras de carne con delicioso queso fundido que llena como para dos. Seguro que existen muchos sitios donde comerlo, y que más de uno se disputará el honor de ser el mejor. Diarioviaje visitó el Reading Terminal Market que es un mercadito bonito donde, entre otras muchas cosas, preparan uno riquísimo, y como nos merecemos un premio, de postre, american cookies. Deliciosas.
Y llegó el momento. A estas alturas del viaje de verdad le teníamos muchas ganas a ver un partido de la NBA en vivo y en directo. Go 76ers!!!
Porque, aunque no te guste el baloncesto, que no es nuestro caso, acudir a un partido es todo un espectáculo. Todo: el himno americano, la forma de juego, el entretenimiento en los tiempos muertos, el ambiente y la atmósfera que te engulle... Si además el partido incluye remontada local, te haces fan, fan.
Salud y notas del Bruce (“Street Of Philadelphia”)
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